domingo, 7 de febrero de 2010
Messi: pichichi, goleador y asistente
El argentino asumió la responsabilidad en un partido que se puso muy cuesta arriba y fue determinante para sumar tres nuevos puntos
El mejor jugador del mundo volvió a echarse al equipo a las espaldas en uno de los partidos más delicados de la temporada. La expulsión de Gerard Piqué complicó mucho el encuentro y Leo Messi fue el líder que necesitaban sus compañeros para certificar la victoria y tres puntos de oro.
El argentino ya había abierto el marcador con un golazo antológico antes de la roja a Piqué. El delantero barcelonista recogió un pase de Touré en el borde del área tras un córner y conectó una rosca impresionante ante la que Codina no pudo hacer nada. El Barça tuvo la fortuna de marcar antes de que Texeira Vitienes hiciera de las suyas y encarar mucho mejor el encuentro.
El tanto permitió a Messi volver a distanciar a Villa en la lucha por el Pichichi. El barcelonista ya lleva 16 goles, por los 15 de lasturiano, quien ayer contribuyó con un tanto a la victoria del Valencia ante el Valladolid. La racha de Leo en este arranque de año es espectacular. El jugador ha marcado siete goles en los últimos cinco partidos de Liga. Messi se encuentra en un momento muy dulce de forma y asume las responsabilidades sin temor alguno. Además del gol, el argentino construyó grandes jugadas con Ibrahimovic. Uno de ellas no a pudo culminar él mismo mientras, que un gran pase al sueco no acabó en gol por la intervención de un defensa del Getafe debajo de los palos.
Su mejor versión como asistente se vio en la segunda mitad en el gol de Xavi. El Balón de Oro arrancó desde el medio del campo ante cuatro adversarios, supo conducir el balón a mil por hora y ver a tiempo al de Terrassa para que anotara el gol de la tranquilidad.
Messi ejerció de crack cuando el equipo estaba sufriendo y en una posición que no es nada habitual en él durante la segunda parte. La expulsión de Piqué obligó a un retoque táctico en los segundos 45 minutos. Busquets entró por Ibrahimovic y Leo se quedó como única referencia ofensiva. El argentino cumplió a la perfección con este rol. Armó varios contragolpes, supo esconder el esférico y recibir faltas para dormir el partido.
Sólo faltó que Texeira fuera más justo y echara a alguno de los getafenses que le estuvo golpeando.
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