sábado, 6 de febrero de 2010

ESTE BARÇA PUEDE CON TODO


El Barça volvió a demostrar este sábado frente al Getafe que sobre todo es un equipo que nunca se viene abajo. En un partido completamente accidentado, los azulgranas echaron mano del esfuerzo y del talento de Leo Messi para llevarse tres puntos que saben a gloria

Y eso que los problemas empezaron bien pronto para el Barça, en el calentamiento, cuando Dani Alves se resintió de la lesión que lo ha tenido apartado de los terrenos de juego en lo últimos días. El brasileño no quiso forzar y Maxwell tuvo que substituirlo en el once. Un cambio de última hora que provocó la entrada en el banquillo de Thierry Henry, a quien sorprendentemente Guardiola había dejado fuera de la convocatoria. Pero la principal novedad de la alineación del técnico azulgrana fue la entrada de Diego Milito en el once, quien acompañó a Piqué, Maxwell y Abidal en la zaga. Keyta, Touré y Xavi se encargaron de la media, mientras que Iniesta, Messi e Ibrahimovic fueron la referencia en ataque.

MESSI INAGURA EL MARCADOR CON UN GOLAZO

Una vez más, sin embargo, el Barça demostró que es un conjunto que se crece ante la adversidad. Los azulgranas saltaron al campo dispuestos a comerse el mundo, especialmente Messi. De hecho, de las botas del argentino llegó el primer gol del encuentro para los azulgranas. El argentino se inventó una preciosa rosca desde la frontal del área, tras cederle Touré un balón a la salida de un corner. Un golazo en toda regla, que devolvía la dinámica positiva a los azulgranas.

Con el marcador a favor, el domino del Barça todavía fue mayor y Leo siguió haciendo de la suyas. El argentino se convirtió en una auténtica pesadilla para el meta del Getafe, que vio como el delantero intentaba acribillarlo por todos los lados.

PIQUÉ, EXPULSADO POR EL ÁRBITRO

El Getafe estaba entre las cuerdas, pero el fútbol como en la vida las cosas pueden cambiar en un segundo. Y eso es lo que pasó. Una entrada completamente a destiempo de Gerard Piqué sobre Rafa, provocó que Teixeira Vitienes, árbitro del partido, enseñara la cartulina roja al central azulgrana. Una expulsión justa, que no evitó sin embargo las referencias al ‘Villarato’ desde la grada. ¿Por qué será?

La expulsión de Piqué cambió completamente el guión del partido. El Getafe aprovechó la superioridad numérica y el desconcierto inicial de los azulgranas para venirse arriba, y la atención se trasladó hasta el área de Víctor Valdés. Un centro de Albín a la salida de una falta que no encontró rematador (27’) o un disparo envenenado de Miku en el 37 de la primera mitad pudo igualar el marcador, que, sin embargo, se mantuvo sin cambios hasta el final de la primera parte. Y eso que Ibrahimovic pudo volver a cambiar el signo del partido, cuando completamente solo ante Codina envió el balón fuera a tres minutos del descanso.

XAVI DEVUELVE LA TRANQUILIDAD

Tras la renaudación, Guardiola decidió mover pieza y a los pocos minutos que la pelota volviera a rodar sobre el césped del Camp Nou ordenó la entrada de Busquets por Ibrahimovic. Un cambio completamente defensivo que, sin embargo, no significó que el Barça renunciara al ataque. Pero había que ser cautos, aguantar las embestidas del rival y esperar el momento. Y precisamente fue eso lo que hizo el Barça. Trabajó, trabajó y trabajó hasta que en el minuto 21 de la segunda mitad llegó la recompensa.

Una buena recuperación de Márquez en el borde del área barcelonista permitió a Xavi y Messi una preciosa contra, que acabó con una gran asistencia del argentino para el de Terrassa. El de Terrassa no perdonó y devolvió la tranquilidad a un partido, que se había complicado todavía más cuando Rafa Márquez había tenido que substituir a Touré Yayá, lesionado.

TEIXEIRA LA LIA

Con el colchón del 2-0 en el marcador, las aguas volvieron a su cauce y tan sólo Vitienes rompió la armonía. Y es que el colegiado, que se había pasado toda la segunda parte ignorando los constantes palos de los jugadores del Getafe, señaló penalti y expulsión sobre Rafa Marquez cuando el mexicano derribó a Kepa al tropezarse en el área (min.90). Soldado transformó la pena máxima y el partido acabó con la grada del Camp Nou indignada con el árbitro, pero orgullosa de un equipo que puede con todo, hasta con el eterno 'run, run' arbitral.

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