Es el 'rey' del fútbol. El número 1. No hay en el mundo otro como él. El FC Barcelona se clasificó para la gran final del Mundial de Clubs tras una nueva exhibición de Leo Messi. El argentino entró en el campo con 1-1 en el marcador... y en menos de 60 segundos, selló la remontada. Pedro puso la guinda con el 3-1 y se convirtió en el primer jugador en marcar en seis competiciones en una misma temporada.
Fue un combate mucho más duro de lo esperado. El Atlante, campeón de la CONCACAF, fue un rival duro de pelar. El Barça empezó sufriendo, y evidenciando los mismos problemas que hicieron que le costara tanto ganar al Espanyol. Tal vez sea el cansancio, mental y psicológico, propio de un calendario tan cargado de partidos. Algo lógico y comprensible pues, por muy buenos que sea este equipo de leyenda, sus jugadores también son humanos. A la falta de frescura y claridad de ideas del pasado sábado en la Liga, se sumó esta vez el nerviosismo defensivo. Sólo así se explica que, a los cuatro minutos de juego, el Atlante ya ganara por 0-1.
El conjunto mexicano se adelantó nada más comenzar gracias a un fallo en cadena de Valdés y de la zaga barcelonista. Velásquez sirvió un saque de falta en largo desde su propia área, aparentemente inofensivo y sin peligro. Pero Márquez, Puyol y Valdés no llegaron a tiempo a despejar... y el esférico cayó a pies de Rojas. El centrocampista mexicano elevó el balón ante la salida de Valdés en la media luna del área y, a puerta vacía, aprovechó su autopase para marcar (0-1, 4').
El gol trajo a la memoria de los culés la mala suerte del Barça en esta competición, el único gran título que falta en su palmarés. Quien más, quien menos, se acordó de los desastres de 1992, con el 'Dream Team' de Johan Cruyff, y de 2006, con el 'Ronaldinho Team' de Frank Rijkaard. Pero no. Esta vez no cayó, y continúa vivo, lo que le permitirá disputar la final de este sábado ante Estudiantes.
La reacción costó, ya que con el 0-1 a su favor tan pronto, el Atlante se encerró en su área. Pero acabó llegando. Los de Guardiola se las vieron y se las desearon para romper el 'muro' mexicano. Una táctica demasiado arriesgada ante este Barça. El primer aviso importante lo dio 'Ibra' con un trallazo de falta que salió rozando el larguero (33'). Y, un minuto después, llegó el 1-1, en una acción a balón parado. Xavi sirvió un saque de esquina, Touré 'peinó' el esférico en el punto de penalty... y Busquets, entrando en el segundo palo, logró el empate.
'Rey' Messi
El Atlante resistió hasta el descanso, a pesar de que Alves, en el 45', falló un mano a mano clarísimo ante Vilar. Pero en la reanudación, con la entrada de Leo Messi, se desmoronó. El argentino demostró, una vez más, su condición de Balón de Oro, de 'rey' del fútbol. No hay otro delantero como él. Pep Guardiola tenía intención de reservarlo, al estar renqueante del esguince de tobillo sufrido la semana pasada ante el Dinamo de Kiev en la Champions. Pero, con tablas en el marcador, optó por darle entrada en el 55'. ¡Qué gran decisión!. En menos de un minuto, 'La Pulga' ya había resulto el partido. Increíble, pero cierto...
Messi no tardó ni 60 segundos en lograr el 2-1. Ibrahimovic se sacó de la chistera otra de sus asistencias mágicas, esta vez desde la media, Messi se plantó en el área ante Vilar y, tras driblar al portero mexicano, estableció la remontada. ¡Grande!.
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